UNA NOCHE OSCURA
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." (Isaías 41:10)

John McNeill apresuró el paso, deseando haber salido del pueblo un poco más temprano. Había pensado que a esta hora ya estaría en su casa, pero por alguna razón había salido tarde. El viaje, de diez kilómetros de vuelta a su hogar, le parecía eterno.
Mientras se apresuraba por el camino desierto, John trató de no pensar en el miedo que tenía. Su corazón le latía muy fuerte en el pecho. De pronto, oyó una voz:
-Johnny, ¿eres tu?
John reconoció la voz inmediatamente. Era su padre, el hombre más valiente y más fuerte que hubiese conocido alguna vez, que había salido a buscarlo. Y, mientras caminaban juntos hacia su casa, John notó que la oscuridad ya no lo asustaba más; las sombras ya no lo molestaban. Tener a su papá a su lado marcaba toda la diferencia.
Más adelante, cuando John llegó a ser predicador, a menudo recordó esa noche y cuanto alivio sintió cuando oyó la voz de su padre. Y cada vez que enfrentaba momento difíciles, casi podía oír a su Padre celestial llamándolo y diciéndole: "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."
¡Sí, Dios está con nosotros! Él ha prometido estar a nuestro lado. No necesitamos temer la oscuridad que nos rodea. Solo estate atento a su voz tranquilizadora.
Extraído de "EN ALGUN LUGAR DEL MUNDO" - Pág. 145.
No hay comentarios:
Publicar un comentario