jueves, 21 de mayo de 2015

DE PIE Y ERGUIDOS

DE PIE Y ERGUIDOS

"Pasa el huracán y el malvado desaparece, pero el justo permanece para siempre" Proverbios 10:25
 
 
 
     La torre inclinada de Pisa es una de las atracciones turísticas más populares de Italia. La construcción del edificio que, de hecho, es un campanario, empezó en 1173.
 
     Antes de que se terminara el tercer piso, el edificio empezó a hundirse, lo que hizo que se inclinara hacia un lado. Ralentizaron la construcción y, finalmente, la detuvieron. El octavo y último piso no se terminó hasta casi doscientos años más tarde, en 1360.
 
     Desde entonces, la gente llegó desde todo el mundo para ver esa torre tan extraña. Pero en 1990, el municipio decidió cerrarla a los turistas. La torre se inclinaba unos cuatro metros hacia la derecha y algunos creían que era demasiado peligroso. ¿Cuánto más se podría inclinar antes de derrumbarse?
 
     Durante los siguientes once años los ingenieros trabajaron para encontrar la manera de enderezar la torre. Después de gastarse 27 millones de dólares, fueron capaces de reducir la inclinación en unos cuarenta centímetros. Todavía está desplazada de la vertical unos tres metros y medio, pero los ingenieros piensan  que vuelve a ser segura para los turistas.
 
     El problema de la torre inclinada de Pisa no es la mala calidad de los materiales o una falta de habilidad de los constructores. El problema está en los cimientos. La torre se construyó en el lecho arenoso de un río seco y todo el dinero del mundo no volverá la arena en roca.
 
     Podemos ser muy inteligentes y hábiles en todo lo que hagamos, pero si construimos nuestra vida sobre unos cimientos distintos a Jesús, tendremos problemas. ¿Recuerdas la parábola que habla de un hombre sabio y otro necio cuyas casas tuvieron que soportar una terrible inundación? Cuando llegaron las lluvias la casa del hombre necio se derrumbó porque la había construido sobre arenas movedizas. Pero la casa del hombre sabio, la que había construido sobre la roca, se mantuvo firme.
 
     Cuando vivimos para agradar a Dios podemos resistir en pie y erguidos cualquier dificultad que se nos cruce en el camino. Cuando ponemos los cimientos en Cristo somos invencibles.

Extraído de: "EL VIAJE INCREÍBLE" - Pág. 13. - Renee Coffee-

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