La Escuela Sabática ¿es el corazón de la iglesia?
En
muchas oportunidades escuché decir que, según Elena de White, la Escuela
Sabática es el corazón de la iglesia. En El
ministerio de curación, p. 269, se lee: “Del corazón mana la vida, y el
hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación”. Si ella
escribió que el corazón de la iglesia es el hogar, ¿pudo haber escrito también
que es la Escuela Sabática?
Responde
SILVIA SCHOLTUS DE ROSCHER secretaria del Centro de Investigación White en
Argentina.
Esta
pregunta es muy interesante. Antes de darle una respuesta directa, me gustaría
hacer un poco de historia sobre el surgimiento de la Escuela Sabática. En
agosto de 1852 se fundó una revista mensual para los jóvenes (Youth's Instructor), que contenía la
primera lección de Escuela Sabática. Esto propició la realización de las
primeras reuniones de Escuela Sabática en las iglesias. Las primeras iglesias
en hacerlo fueron Rochester y Buck’s Bridge, en el Estado de Nueva York, entre
1853 y 1854. No fue hasta casi veinte años después, en 1870, que se instituyó
un programa formal y se comenzó a diferenciar por edades las lecciones de
estudio. También comenzó a definirse los cargos para dirigir estas reuniones
(director, secretarios, maestros y la formación de las clases). La organización
en las asociaciones y las uniones locales, con su correspondiente liderazgo, se
inauguró un tiempo más tarde.
Ya hace más
de ciento cincuenta años que la Escuela Sabática ha propiciado el estudio de la
Biblia mediante lecciones sistemáticas en la iglesia alrededor del mundo. Desde
sus mismos comienzos y por su rápido crecimiento, quedó claro que fue planeada
por el Señor y destinada a favorecer un mayor conocimiento de la Biblia,
crecimiento espiritual e, indiscutiblemente, la difusión del evangelio (no solo
para aquellos que asisten sino también mediante un sistema de ofrendas para el
sostén de la obra misionera mundial).
Elena de White escribió cientos de páginas acerca del lugar,
el plan y el propósito de la Escuela Sabática. ¡La primera Escuela Sabática
surgió justo en el hogar de la familia White!
Además de publicar testimonios en favor de la obra de la
Escuela Sabática, compartió sus consejos en la revista Sabbath School Worker [El obrero de la Escuela Sabática]. En 1900,
se publicaron varios de estos artículos en un pequeño volumen titulado Testimonios sobre la Escuela Sabática.
Posteriormente, se publicaron todos sus escritos sobre el tema en una
compilación titulada Consejos sobre la
obra de la Escuela Sabática.
Todo esto indica que Elena de White apreció mucho el trabajo
de la Escuela Sabática; recibió consejos directos de parte de Dios en cuanto a
cómo desarrollar esta actividad. Veamos algunas citas al respecto:
“El objeto de la obra de la Escuela Sabática deber ser
cosechar almas” (Consejos sobre la obra
de la Escuela Sabática, p. 67).
“Muchísimo puede hacerse para la educación y la enseñanza
moral y religiosa de nuestros jóvenes por medio de las escuelas sabáticas bien
organizadas y debidamente dirigidas. Debería dedicarse tiempo y atención a este
ramo de la obra, porque la importancia de su influencia sobre nuestros jóvenes
es incalculable” (Ibid., p. 128).
“La Escuela Sabática debería ser uno de los instrumentos más
grandiosos y más eficaces para traer almas a Cristo” (Ibid., p. 10).
No obstante estas y otras citas, en los escritos de Elena de
White no aparece una alusión directa a la Escuela Sabática como el corazón de
la iglesia.
Posiblemente
esa confusión haya surgido por un folleto de 32 páginas titulado “La Escuela
Sabática: propósito y organización”, que fue publicado por el departamento de
Escuela Sabática e
impreso por la Casa Editora Sudamericana (CES) hace varios años
(lamentablemente, no tiene impreso el año. Lo tenemos en nuestros archivos y se
puede consultar como DF 143, Nº 23). En dicho folleto se compara a la Escuela
Sabática con el corazón de la iglesia (p. 5), pero no se atribuye esa declaración
a Elena de White. Es simplemente una aseveración de los autores del folleto,
que ilustra la importancia que ellos le otorgaron a esta actividad de la
iglesia.
Es probable que con el tiempo algunos hayan considerado que
esa fue una declaración de Elena de White, sin corroborar fehacientemente su
autenticidad.
Extraído de:
REVISTA ADVENTISTA - Sección: QUIERO SABER
/ ESPÍRITU DE PROFECÍA - Noviembre 2007
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